Está claro que todos vivimos planeando nuestra vida, si no
sale esto bien, hago esto o aquello. Tenemos siempre marcadas las opciones,
numeradas lo que creemos nuestras prioridades. Muchas veces dejamos para mañana
lo que deberíamos de hacer hoy, y quizá suene tan mareada esta frase, pero
tiene tanto sentido. No sé a partir de qué momento, los humanos nos volvimos
tan egoístas, tan conformistas y a la vez tan "en la luna". Nunca he
estado en contra de estar siempre más allá, y escalar, y perseguir tus sueños.
Al contrario, creo que siempre he intentado perseverar en ellos, aunque se vea
tan difícil, muchos de mis sueños los he alcanzado. Cuando no lo he logrado, he
optado por mis marcadas opciones, y he actuado según lo que creo que son mis
prioridades.
Desde pequeña he soñado con ciertas cosas, y conforme fui
creciendo, esos sueños se fueron haciendo más sólidos, más grandes, con más
detalles, con una fecha y un plazo, y muchas veces se hicieron más cercanos.
Siempre había planeado mi vida de esta forma: Tener muchos amigos, obtener las
cosas materiales que siempre he querido (y como toda mujer), estudiar lo que más
me ha gustado desde que entre al bachilleres; Mercadotecnia, ser exitosa,
trabajar en la organización de eventos y marketing, después tener mi propio
despacho, viajar mucho y conocer lugares interesantes, tener un noviazgo sólido
y aceptado por mi familia, con el paso del tiempo; casarme totalmente
enamorada, planear una boda hermosa y llena de amor, que mi mejor amiga sea la
madrina de los anillos, tener una casa que llamaría hogar, tener dos o tres
hijos. Incluso planee que sexo serian, dos niños y una niña. Verlos crecer,
viajar con ellos. Tener una hermosa y exitosa familia. Y también están mis
sueños más lejanos, como el ser modelo; el cual cumplí. Llegar a ser una
instructora; el cual también. Tener un trabajo a mi corta edad, y sentirme
orgullosa de mi, y que mis jefes se sintieran igual de orgullosos; y creo que también
lo logre.
Y puedo decir mil cosas más, mil momentos en los que he
estado planeando. Y es que, así somos los humanos, planeamos para vivir, pero
nunca vivimos realmente el momento. Y eran tantos mis planes y sueños, como ya
alguna vez lo dije...
Tú planeas, que harás mañana, tienes agendado tu día, sabes
que te pondrás, que quieres y que no quieres. Y así como tienes planeados tus días,
planeas tus años, que quieres en cierto momento, a quien quieres en tu vida.
Vives persiguiendo sueños, muchos de ellos se convierten en capricho, pero
sigues intentándolo de una manera obsesiva, y así pasan los meses e incluso los
años. Y un día, enfermas, crees que es un resfrió, una pequeña infección, y ni
siquiera te tomas el tiempo de ver que es lo que está pasando con tu vida,
porque tú sigues planeando que harás en cuanto te recuperes, a quien le
hablaras para que te visiten, mueves tu agenda por unos cuantos días, y te
quejas del maldito resfrió... Días después, los doctores no tienen un diagnóstico
acertado, y tienen que hacerte un montón de análisis, a los cuales tu no estas
acostumbrada. Y bueno, ¿Quien planea en su agenda el estar en un hospital?, y más
aún cuando podrías estar haciendo cosas más productivas. Te comportas egoísta
ante el dolor de la gente. Solo te importa tu dolor, fijarte en las carencias y
en el dolor de tu prójimo no está en tus planes, porque es perder tiempo, o
porque simplemente no se te da la gana de voltear a ver qué hace falta. De
nuevo te quejas por el maldito hospital. Y empiezas a sentir dolor, y no un
dolor emocional, de esos que te dan porque tus papas no te compraron lo que
deseabas, o porque reprobaste cierta materia, o porque no pudiste ir a tal
parte, porque nada de eso estaba en tus planes, es un dolor diferente; empieza
a convertirse en un dolor físico, el cual no puedes controlar en una agenda, y
que tampoco estaba planeado... Y al final de la semana te dicen que ese dolor,
es causado por algo que nadie tiene en su agenda; el cáncer.
El día que el cáncer llego a mi vida, no solo sufrí físicamente,
sufrí emocionalmente, no solo por el hecho de que la enfermedad no era algo
planeado o esperado. Si no porque hay algo tan grande encima de ti que no te
deja hacer un solo plan en tu vida, todo lo que siempre has soñado está en un
stand vi, está en pausa, está en un ya veremos... El día que el cáncer llego a
mi vida, me quito toda la posibilidad de ver mi vida planeada y hecha al pie de
la letra. El día que el cáncer llego a mi vida, junto con todos sus males,
incluyendo el hospital, las terribles quimioterapias, el dolor físico, el
desgaste mental, el cansancio, las radiaciones, las intervenciones quirúrgicas,
ese día me di cuenta que yo no era la única que sufría... Ese día empezó a ver
que había tanta gente, tan mal y muchas veces peor que yo, y poco a poco me sensibilice,
y eso jamás estuvo en mis planes. Dejar de hacer planes, no significa dejar de
soñar, significa dejar en las manos de Dios lo que tú no puedes controlar... Y
toda la historia ya se la saben ustedes. Yo hoy no tengo mucho que decirles de
mis días, yo solo les comparto esto, no para que vean lo fácil que ha sido -
porque Dios sabe lo mucho que me costó -, ni para que se dé a conocer mi
historia y cada una de mis aventuras con la enfermedad, no. Hoy solo quiero
dejarles con mi dolor, que valoren lo que tienen como lo tienen. Se los digo
con lágrimas en los ojos, sé que estoy en remisión, pero es horrible vivir
todos los días con la incertidumbre de no saber si el fantasma del cáncer esta
por ahí. También estoy enormemente agradecida con Dios, por la bendición que me
ha mandado, porque lo he dicho un millón de veces, el cáncer es una bendición.
Pero nadie se imagina cuanto me dolió entenderlo, y aceptarlo para yo poder contárselos
aquí.
Dejemos de ser egoístas, dejemos de vivir por y para
nosotros, nuestra vida solo es un pequeño lapso de tiempo... Y nunca está en
nuestra agenda el que acabe.
Hoy les pido sus oraciones por mis compañeros de batallas.
Bendiciones siempre!
"He tenido muchas cosas en mis manos y todas las he perdido, pero lo que he puesto en manos de Dios, eso es lo que aun poseo" M. Lutero
Mi vida esta en tus manos Señor.
AleJandra Baca , mi nombre es Homero Bautista Arguelles y a mi esposa hace un año le diagnosticaron Leucemia, vivvimos en Chihuahua, Chih. Ahora ella esta muy bien, gracias a Dios esta en remision pero continua con sus quimios, hace algunos dias que hemos sabido de ti por los periodicos e internet, sabemos perfectamente lo que es pasar por ello, y nos identificamos contigo, desde que inicio esto, siempre gemos tenido la necesidad de convivir con alguien que estuviera en el mismo nivel por asi decirlo, que supiera por lo que uno pasa, porque la gente que no tiene la endermedad aveces o casi siempre no lo entiende a uno, en fin.... Quiero hacerte una pregunta que quizas te interese, te gustaria formar un grupo de apoyo para personas con enfermedad de cancer en la sangre, quizas te mueva un poco el tapete pero esto lo he estado pensando desde el primer dia en que me dieron la noticia del diagnostico de mi esposa y bueno hoy siendo las 4:48 am , porque no puedo dormir, re comparto lo que siento, espero una respuesta, te dejo mi mail el cual es homerobautista@hotmail.com y mi tel cel es 614 235-62-57, quiza una lluvia de ideas seria bueno compartir, no se algo para ayudar a todos nosotros quienes pasamos por esto, Dios nos siga bendiciendo! Saludos
ResponderEliminarMe tienes leyendo como loca mi hermana me había contado de ti que te habian tomado unas fotos bien bonitas y así quedo y mira ahora me tope con tú blog
ResponderEliminarEres un ejemplo de vida nena una valiente guerrera me has hecho ver Ufff muchas cosas por favor no dejes de escribir, a muchos nos ayudas con tus palabras.
Dios te bendiga y sigue igual de hermosa y brillando