El día de ayer me levante con un poco de más energía, desperté
haciendo lo habitual, revisando las notificaciones de mi celular, y con ellas
las de facebook y las del blog. Cada uno de sus comentarios me llenaron de energía,
de ánimo, fue para mí una infusión de positivismo para mi vida, y sobre todo:
de amor.
Aunque sé que no estoy sola, porque
ustedes me hacen sentir siempre acompañada. A veces la soledad se para por mi
vida. No esa soledad que la gente se imagina en la que no hay nadie. Ese tipo
de soledad, gracias a Dios, no he presenciado. Este es otro tipo de soledad, es
una soledad tal vez necesaria.